1 taza de mantequilla sin sal
1 cucharada de extracto puro de vainilla
1 cucharada de espresso instantáneo en polvo
2¼ tazas de harina para todo uso
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
½ cucharadita de sal
1 taza de azúcar moreno
½ taza de azúcar granulada
2 huevos grandes
¾ taza de avena a la antigua
⅔ taza de semillas de cacao
½ taza de chocolate semidulce finamente picado
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Prepara el horno y las bandejas para hornear. Cubra 2 bandejas para hornear con papel pergamino y precaliente el horno a 350 °F.
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Derretir la mantequilla con la vainilla y el espresso. Agregue la mantequilla a una olla pequeña y colóquela a fuego medio-bajo. Una vez que la mantequilla se haya derretido, apague el fuego y mezcle la vainilla y el espresso en polvo. Deja que se enfríe hasta que esté cerca de la temperatura ambiente. (Un poco de calor está bien.)
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Mezclar los ingredientes secos. En un tazón mediano, combine la harina, la sal y el bicarbonato de sodio. Dejar de lado. Agregue ambos azúcares a un tazón grande para mezclar y reserve.
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Combina todos los ingredientes. Una vez que la mezcla de mantequilla se haya enfriado, agréguela al tazón con los azúcares y mezcle para mezclar. Luego agrega los huevos y mezcla hasta que se incorporen por completo. Agregue los ingredientes secos a los ingredientes húmedos. Mezcle hasta la mitad y luego incorpore la avena, las semillas de cacao y el chocolate.
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Forma la masa. Use una cuchara para galletas (aproximadamente 1¼ de pulgada) para dejar caer la masa sobre las bandejas para hornear forradas con pergamino. Debe haber un par de pulgadas entre ellos.
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Hornear. Hornee en el horno precalentado a 350 ° F hasta que estén casi secos; aún deben verse un poco húmedos en el centro superior, de 10 a 12 minutos.
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Enfriar. Deje que las galletas se enfríen durante unos 5 minutos en la bandeja para hornear y luego transfiéralas a una rejilla para enfriar. Enfriar hasta que ya no parezcan frágiles, unos 15 minutos.