Historia del Cacao

El cacao es una medicina poderosa que nos ayuda a conectarnos con nuestro entorno, cuerpo, mente, raíces culturales y a resonar con la selva tropical. También es un instrumento que nos permite honrar a la naturaleza y su inmenso poder, ayudándonos a recuperar el equilibrio interior a menudo opacado por la rutina y el ajetreo de la vida moderna. El cacao es un camino para encontrar una conexión más profunda con nuestro chakra del corazón y nuestro yo interior.


Cacao y una historia que trasciende el tiempo...

El nombre científico del árbol de cacao es Theobroma cacao. Theobroma en griego significa "alimento de los dioses". Se cree que la palabra "cacao" proviene de antiguos idiomas, probablemente hablados por los olmecas.

Los olmecas fueron una antigua civilización en América Central que vivió alrededor del 1400 a.C. al 400 a.C. Se consideran uno de los grupos más antiguos de la región y jugaron un papel importante en la formación de las culturas allí. En el idioma maya yucateco, "kaj" significa amargura y "kab" significa jugo. Sin embargo, los expertos creen que "cacao" cambió en cómo sonaba con el tiempo, de "cacaoatl" a lo que decimos hoy, cacao. El cacao nos lleva en un viaje a través del tiempo y el espacio hacia América del Sur, específicamente hacia el este de las grandiosas montañas de los Andes. El cacao es como un tesoro vegetal especial que ha dejado una gran huella en la historia humana.

La planta de cacao crece de forma silvestre en América del Sur, en la selva amazónica. La evidencia más antigua del cacao se encontró en el sur de Ecuador, y data del año 5500 a.C. Los pueblos Kichwa, que vivían allí, ya estaban descubriendo los secretos ocultos dentro de los granos de cacao. Una gran sorpresa surge: esta fruta de antaño estaba siendo utilizada muchos años antes de que el árbol mismo fuera cuidado y enviado a diferentes partes del mundo.

Este increíble descubrimiento nos lleva en un viaje a través del tiempo, conectándonos con antiguas culturas que amaban el cacao. Desde los mayas, que vivían en lugares como México, Guatemala y Honduras, hasta los incas, que tenían un gran imperio que cubría áreas como Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia, todos reconocían lo especiales que eran los granos de cacao. Los aztecas, en lo que ahora llamamos el sur de México, también fueron parte de esta historia.

Los granos de cacao no eran simplemente ingredientes normales; tenían un valor especial que iba más allá del dinero o los rituales. Más que simplemente proporcionar energía a las personas, el cacao conectaba rituales y prácticas espirituales e incluso formaba parte del comercio. Los granos de cacao eran como dinero en los mercados, y se veían muchas transacciones ocurriendo en los tiempos de las antiguas civilizaciones. Pero el mayor significado venía en los rituales: el cacao se convirtió en un puente entre las personas y los dioses, ayudando a las personas a conectar con el mundo espiritual. Cuando bebían xocoatl, una bebida de cacao, no solo satisfacían su sed; también sacaban el lado espiritual y sagrado de las cosas. En las ceremonias, el cacao se convirtió en símbolos de especialidad y unidad, yendo más allá de los límites normales del tiempo.

El cacao no se limitaba a las civilizaciones antiguas. Todo comenzó con Cristóbal Colón, quien, en su búsqueda de rutas hacia las especias del Lejano Oriente, descubrió las maravillas del cacao en Nicaragua en 1502. Sin embargo, fue Hernán Cortés quien, después de liderar una expedición al Imperio Azteca en 1519, regresó a España en 1528 con la receta del 'xocoatl', una bebida de cacao utilizada en rituales para revitalizar el espíritu y el cuerpo. Inicialmente, esta bebida no generó mucho entusiasmo, pero cuando se le añadió azúcar, transformó su sabor y allanó el camino para su aceptación en las cortes españolas y posteriormente en toda Europa.

Con el tiempo, Europa desarrolló un gusto insaciable por el chocolate, lo que llevó a una demanda que necesitaba ser satisfecha. Así, el cacao viajó a través de mares y rutas comerciales, colonizando nuevos territorios y estableciéndose en tres regiones principales productoras: Asia, África y América Latina, incluido el Caribe. La historia del cacao, que comenzó como un tesoro antiguo, floreció en un mundo globalizado donde el chocolate se convirtió en un placer universal, y la cultura del cacao se convirtió en un vínculo que conectaba continentes y épocas, perpetuando la magia de los rituales y la profunda conexión entre el cacao y la espiritualidad.

En Sacred Bean, creemos firmemente que si Cristóbal Colón y Hernán Cortés hubieran probado el Cacao Ceremonial de la Selva Amazónica ecuatoriana, se habrían quedado cautivados por su sabor, aroma y textura. Es probable que no hubieran necesitado agregar nada más, como azúcar, que comúnmente se añade a algunos chocolates en el mercado actual. La historia del cacao y el chocolate, tal como la conocemos hoy, podría haber sido muy diferente.

Referencias: https://www.icco.org/growing-cocoa/